17 de diciembre de 2012
VOLANDO.
...de pronto imaginó que eran los libros como flores de muchos pétalos y se asomó a un mundo lleno de colores, y voló hasta el horizonte, por praderas y por montes.
7 de diciembre de 2012
UNA VUELTA
sonidos del camino que logran transformarse en palabras que adornan miradas, acciones que crean sonrisas. Una vuelta por la mañana, por la noche, por donde se quiera. se inventa una ruta, esa será la indicada para ver lo que se desea sentir, lo que se desea vivir.
7 de noviembre de 2012
12 de octubre de 2012
LUZ DE VIDA
7 de octubre de 2012
AMISTAD EN LA TIERRA
29 de septiembre de 2012
FESTEJO CONSTANTE
14 de septiembre de 2012
RESPIRA
...viajando en torno al sol, sintiendo el tiempo sobre la piel, respirando esas vidas de incontables colores.
La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo,
el ensayo de un camino, el boceto de un cendero.
Hermann Hesse.
Astromelia/Ventilader
7 de septiembre de 2012
SERÁ
Se ríe, se contempla, se observa... Los colores
7 de agosto de 2012
POESÍA CÓSMICA
ellas brillan como luminosos ojos que ven.
fijando sus ojos tan confiados
como si el padre de todo no pudiera ver.
y voltea hacia sus hermanas en el cielo
inspirada por la silenciosa profecía.
las olas revientan en su corazón -y- ¡mirad!
Se inflaman en un floreciente árbol.
Entonces... tres pequeñas luces
resplandecen calladas entorno,
como chispeantes ojos que ven.
La tormenta puede rugir, el viento puede soplar,
dos almas en una, ahora son felices.
7 de julio de 2012
COMPAÑERO
18 de junio de 2012
UNA TRAJINERA
ROMANCE TRAJINERA.
Los cuervos comen las sobras
de la mesa, trajinera.
Y el doble reflejo de ellos
en el agua salvaje tiembla.
Se oye una canción de amor
que bailan dos calaveras.
Que bailan dos calaveras
Por un portalito en flores
entramos en la barcaza,
y la barcaza entre lirios
parecía una dulce casa.
Como el corazón de un niño
nuestro corazón volaba,
como alegrías de azúcar
en el espejo del agua.
Trajinera, trajinera
de una santa cena falsa.
Ni el oro del sol del rio
me alcanza para mi amada.
Y adonde llevan tus remos
bajo una luna de plata.
Bajo una luna de plata.
Regresa pronto Manuel = ) .
7 de junio de 2012
UN TIEMPO AL TIEMPO
30 de mayo de 2012
25 de mayo de 2012
18 de mayo de 2012
AL VIAJERO
Cactus / Gustavo Cerati
15 de mayo de 2012
LIBRES
"No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres."
Carlos Fuentes.
7 de mayo de 2012
UN MUNDO AQUÍ
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Yo no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Sor Juana Inés de la Cruz
27 de abril de 2012
AQUÍ EN LO ETERNO
18 de abril de 2012
DE LO VIVIDO
28 de marzo de 2012
POSIBILIDADES
Seis mineros trabajaban en un túnel muy profundo extrayendo minerales desde las entrañas de la tierra. De repente un derrumbe los dejó aislados sellados la salida del túnel. En silencio cada uno miró a los demás. De un vistazo calcularon su situación. Con su experiencia, se dieron cuenta rápidamente de que el gran problema sería el oxígeno. Si hacían todo bien les quedaban unas tres horas de aire, cuando mucho tres horas y media.
Mucha gente de afuera sabría que ellos estaban allí atrapados, pero un derrumbe como éste significaría horadar otra vez la mina para llegar a buscarlos, ¿podrían hacerlo antes de que se terminara el aire?
Los expertos mineros decidieron que debían ahorrar todo el oxígeno que pudieran.
Acordaron hacer el menor desgaste físico posible, apagaron las lámparas que llevaban y se tendieron en silencio en el piso.
Enmudecidos por la situación e inmóviles en la oscuridad era difícil calcular el paso del tiempo. Incidentalmente sólo uno de ellos tenía reloj. Hacia él iban todas las preguntas: ¿cuánto tiempo pasó? ¿cuánto falta? ¿y ahora?
El tiempo se estiraba, cada par de minutos parecía una hora, y la desesperación ante cada respuesta agravaba aún más la tensión. El jefe de mineros se dio cuenta de que si seguían así, la ansiedad los haría respirar más rápidamente y esto los podía matar. Así que ordenó al que tenía el reloj que solamente él controlara el paso del tiempo. Nadie haría más preguntas, él avisaría a todos cada media hora.
Cumpliendo la orden, el del reloj controlaba su máquina. Y cuando la primera media hora pasó, él dijo “ha pasado media hora”. Hubo un murmullo entre ellos y una angustia que se sentía en el aire.
El hombre del reloj se dio cuenta de que a medida que pasaba el tiempo, iba a ser cada vez mas terrible comunicarles que el minuto final se acercaba. Sin consultar a nadie decidió que ellos no merecían morirse sufriendo. Así que la próxima vez que les informó la media hora, habían pasado en realidad cuarenta y cinco minutos.
No había manera de notar la diferencia así que nadie siquiera desconfió.
Apoyado en el éxito del engaño la tercera información la dio casi una hora después. Dijo “pasó otra media hora...”. Y los cinco creyeron que habían pasado encerrados, en total, una hora y media y todos pensaron en cuán largo se les hacía el tiempo.
Así siguió el del reloj, a cada hora completa les informaba que había pasado media hora.
La cuadrilla apuraba la tarea de rescate, sabían en qué cámara estaban atrapados, y que sería difícil poder llegar antes de cuatro horas.
Llegaron a las cuatro horas y media. Lo mas probable era encontrar a los seis mineros muertos.
Encontraron vivos a cinco de ellos.
Solamente uno había muerto de asfixia... el que tenía el reloj.
Historias. Bucay.
Aquí la fuerza que tienen la creencias en nuestras vidas, condicionamientos, que en determinados casos pueden llevarnos a un fin devastador.
Por qué no creer y confiar en seguir adelante, para así ver multiplicadas las posibilidades de avanzar.
Bibo No Aozora . Endless Flight / Gustavo Santaolalla
7 de marzo de 2012
UN PASEO
...se eterniza la tarde observando al sol
explotando en las veredas, los cerros y las nubes.
El paseo se cubre con las sombras de cada árbol,
por el suave declive del sol, lentamente,
muy profundamente se entra en pasos cortos,
con sonidos de un viento cálido,
con el canto tenue de los grillos,
y unas veredas con destellos de luciérnagas.
Tarde irrepetible.
29 de febrero de 2012
EN ALGÚN TIEMPO Y LUGAR...
Había una vez, en la antigua China, tres monjes budistas que viajaban de pueblo en pueblo dentro de su territorio ayudando a la gente a encontrar su iluminación. Tenían su propio método: todo lo que hacían era llegar a cada villa y dirigirse a la plaza central donde seguramente funcionaba el mercado. Simplemente se paraban entre la gente y empezaban a reír a carcajadas.
La gente que pasaba los miraba extrañada, pero ellos igualmente reían y reían. Muchas veces alguien preguntaba: “¿De qué se ríen?”.
Los monjes se quedaban un pequeño rato en silencio, se miraban entre ellos y luego, señalando al que preguntaba y apuntándolo, retomaban la carcajada. Y sucedía siempre el mismo fenómeno: la gente del pueblo, que se empezaba a reunir alrededor de los tres para verlos reír, terminaban contagiándose de sus carcajadas y tornaban a reír tímidamente al principio y desaforadamente al final.
Cuentan que al reír, todo el pueblo olvidaba que estaba en el mercado, olvidaba que había venido a comprar y el pueblo entero reía y reía y nada tenía la envergadura suficiente para poder entristecer esa tarde. Cuando el sol se escondía, la gente riendo volvía a sus casas; pero ya no eran los mismos, se habían iluminado. Entonces los tres monjes tomaban su atado de ropa y partían hacia el próximo pueblo.
La fama de los monjes corría por toda China. Algunas poblaciones, cuando se enteraban de la visita de los monjes, se reunían desde la noche anterior en el mercado para esperarlos. Y sucedió un día que, entrando en una ciudad, repentinamente uno de los monjes murió. “Ahora vamos a ver a los dos que quedan -decían algunos-, vamos a ver si todavía les quedan ganas de reír...”
Ese día más y más gente se junto en la plaza para disfrutar la tristeza de los monjes que reían, o para acompañarlos en el dolor que seguramente iban a sentir.
¡Qué sorpresa fue llegar a la plaza y encontrar a los dos monjes, al lado del cuerpo muerto de su compañero riendo a carcajadas! Señalaban al muerto, se miraban entre sí y seguían riendo.
“El dolor los ha enloquecido -dijeron los pobladores. Reír por reír está bien, pero esto es demasiado; hay aquí un hombre muerto, no hay razón para reír.”
Los monjes, que reían, dijeron entre carcajadas. “Ustedes no entienden... él ganó... él ganó...”, y siguieron riendo.
La gente del pueblo se miraba, nadie entendía.
Los monjes continuaron diciendo con risa contenida: “Viniendo hacia aquí hicimos una apuesta sobre quién moriría primero. Mi compañero y yo decíamos que era mi turno... porque soy mucho mayor que ellos dos, pero él, él decía que él... iba a ser el elegido... y ganó ¿entienden?... él ganó”. Y una nueva andanada de carcajadas los invadió.
“Definitivamente han enloquecido -dijeron todos. Debemos nosotros ocuparnos del funeral, estos dos están perdidos.”
Así, algunos se acercaron a levantar el cuerpo para lavarlo y perfumarlo antes de quemarlo en la pira funeraria como era la costumbre en esos tiempo y en ese lugar.
“¡No lo toquen! -gritaron los monjes sin parar de reír. No lo toquen... tenemos una carta de él... él quería que en cuanto muriera hicieran la pira y lo quemaran así, tal como está. Tenemos todo escrito... y él ganó... él ganó.”
Los monjes reían solos entre la consternación general. El alcalde del pueblo tomó la nota, confirmó el último deseo del muerto e hizo los arreglos para cumplirlo. Todos los habitantes trajeron ramas y troncos para levantar la pira mientras los monjes los veían ir y venir.
Cuando la hoguera estuvo lista, entre todos levantaron del suelo el cuerpo sin vida del monje y lo alzaron hasta el tope de la montaña de ramas reunidas en la plaza. El alcalde dijo una o dos palabras que nadie escuchó y encendió el fuego. Algunos pocos lagrimeaban en silencio. Y de pronto, algo extraño sucedió. Del cuerpo que se quemaba salió una estela de luz amarilla en dirección al cielo y explotó en el aire con un ruido ensordecedor. Después otros cometas luminosos llenaron de luz el cuerpo que se quemaba, bombas de estruendo hacían subir los destellos hasta el cielo y la pira se transformó en un increíble espectáculo de luces que subían y giraban y cambiaban de colores y de sonidos espectaculares que acompañaban cada destello. Y los monjes aplaudían, reían y gritaban: “¡Bravo... Bravo... !”. Y entonces sucedió. Primero los niños, luego los jóvenes y después los ancianos, empezaron a reír y a aplaudir. El resto del pueblo quiso resistir y chistar a los que reían, pero al poco tiempo todos reían a carcajadas.
El pueblo, una vez más, se había iluminado.
Por alguna razón desconocida, el monje que reía sabía que su fin se acercaba y, antes de morir, escondió entre sus ropas montones de fuegos artificiales para que explotaran en la pira, su última jugada, una burla a la muerte y al dolor, la última enseñanza del maestro budista: La vida no finaliza sólo nace una y otra y otra vez.
Y el pueblo iluminado reía.
Hojas de ruta. Bucay.
En esta eterna vida, la risa con llanto o sin él acompaña, festejando siempre las luces que destellan en cada rostro, en cada latido, en cada bella despedida y bienvenida.
Volver a ver / Siddhartha .
Risas.
24 de febrero de 2012
UN CAUDAL
14 de febrero de 2012
DESDE HIPONA
¿Y de qué relevancia será saber una multitud de cosas? Suponiendo que habéis conocido todos los circuitos del cielo y la tierra, los espacios del mar, el trayecto de las estrellas, las virtudes de hierbas y piedras y los secretos de la naturaleza, ¿qué provecho os tendrán siendo ignorante de vos mismo?
Agustín de Hipona
Un vuelco a este universo interno, un regreso para contemplar los vientos, colores distintos que soplan y plasman un nuevo paisaje.
Astor Piazzolla / Notturno Oblivion
7 de febrero de 2012
DESDE CALCUTA
La vida es belleza, admírala.
La vida es dulzura, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es compromiso, cúmplelo.
La vida es un juego, disfrútalo.
La vida es costosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, devélalo.
La vida es una promesa, lógrala.
La vida es tristeza, sopórtala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, enfréntala.
La vida es preciosa, jamás la destruyas.
Porque la vida es la vida, vívela.
Madre Teresa de Calcuta. Agnes Gonxha Bojaxhiu
Gracias .
Un vuelo de grandes matices...
3 de febrero de 2012
SILENCIO
Un encantador silencio asomó por este cosmos,
detenido el soplo de los aires que visitan desde lejos,
sin las voces de afuera, sin las internas.
...Así
un espontáneo segundo ofreció la calma,
despojándose de los cantos que ofrecen los minutos,
tejedores de paz los segundos que llegan.
Sin importar su tiempo. Aquí el silencio.