25 de diciembre de 2009

DON JONAS

Lentamente se encontró caminando, con la mirada extraviada en el Viento, con un sin fin de pensamientos y recuerdos de un pasado de muchos años. Algunos eran recuerdos que constantemente buscaba volver a vivir y otros que hubiera preferido difuminar en el gris de sus eventos más remotos, pero ahí estaban, acompañándolo varias décadas después, cruzando a pasos cortos y calmados esas calles eternas y agitadas. Una risa melodiosa llego cual aliento de un niño a sus oídos, era la de su infancia colmada de juegos con sus primos, pudo recorrer aquél escenario, era el patio de la casa de sus abuelos cubierto de plantas, flores, árboles de higueras y ahuejotes; la voz de su bisabuela apareció junto con la de sus abuelos, sus rostros y los rincones de aquella casa donde vivió gran parte de su vida, todo parecía reflejársele en sus cansadas pupilas… y de momento uno de aquellos rincones lo llevo a otro recuerdo, ahí estaba la puerta con unos amigos que cada noche lo iban a buscar para platicar, esas platicas nocturnas lo llevaron a otro recuerdo, eran sus manos materializando sueños con otros amigos, en otro rincón de aquella casa testigo de varias vidas. Apreciaba de manera especial esa labor, esos sueños que le dieron sentido y color a sus días de aquella juventud… así llegó a un par de sillas en el crecido pasto de aquel patio, unas palabras acompañaban a esa imagen –a tu lado jamás sentí la soledad, creo que eso fue bueno…, - tu siempre estas en mi futuro, en esa cabaña, con esas plantas… Unos relatos de sueños llegaron después, en unos de ellos aparecía una casa perdida entre árboles y flores en su pequeño patio, con el Viento jugando entre las hojas, jugando con sus años; el otro trajo la imagen tan clara de una taza de té sobre una cobija con los colores del arco iris, ante un amanecer que aguardo por él… pues recordó que en aquel sueño no pudo llegar a esos primeros rayos de sol, pues despertó… no logró apreciar la magia de aquel instante, instante extraviado en su tiempo, anhelos, memoria, y en sus sueños…

Ahí en las calles eternas, regreso a su realidad gracias a un niño que se acerco a saludarle, le sonrió y continuo sus pasos lentos, tan lentos como su respiración agotada por los años.

Solo espero que se haya encontrado, que se haya amado entre sus pasos, en su caminar.

A Don Jonás, donde sé que esta.

Bel eterna.

Como la garganta del caimán/ Diego Vasallo
Las cuatro estaciones-verano-invierno/ Vivaldi

5 comentarios:

marea dijo...

Bellos recuerdos que atesoramos en nuestros más recónditos pliegues del alma. Benditos recuerdos ¡

Un beso enorme.

Marisol dijo...

Muchos son los ancianos que pasan por aquí, y es así como los veo pasar, con sus miradas recordando, pocos tienen la suerte de sonreir por algo en su presente, no crees?

ah!! y bienvenida al ambiente nuevamente jijijijiji = )

Lo mejor para el siguiente año, lo mejor eternamenteee. Ya hice mi lista de "propositos" y en uno de ellos es ver tu sonrisa a todo color. Te quiero y extraño = )

Anónimo dijo...

Lo he visto sólo, caminando por esas calles,dicen que anda buscando lo perdido. Si leyera ésto te aseguro que lloraría. Que dificil estan las cosas, los viejos son la conciencia de nosotros, son la vanguardia, que hermosa lectura nos vuelves a compartir.Triquis

Unknown dijo...

la clave es caminar, así se puede andar y llegar muy lejos en los años

Mauri dijo...

.... Solo quedan los recuerdos cuan

do el cuerpo ha hecho todo lo que

debia de si. Es la tesis de nuestra

vida; sacar lo mejor de ellos para

coronar una etapa y pasar a otra.

Lindo texto, gracias por escribir

lo. Graias tambien por tu ultimo co

ment. Me agrada sentirme mas cerca

de alguien atraves de unas lineas.

Un beso enorme y feliz nuevo año <3