Es incuestionable que se mire donde se mire siempre aparece el miedo o se adivina su proximidad. Se le ha relacionado con lo antiguo, se le ha visto avitar en el seno de las olas, y en el centro mismo de las nubes, aparecerse en los bosques y las selvas, poblar las tinieblas, aunque tampoco evita la luz del día. No hay lugar ni época donde no se le encuentre, aveces de manera discreta aveces acosadora. Pero mas allá de esta presencia generalizada es en rigor en el propio *corazón del hombre* o mejor en su *espiritu*, donde se haya su verdadera morada desde la que ejerce su pleno poderio.
Las destacables facultades humanas de representación e imaginación hacen del individuo el principal artesano de sus propios terrores, a la vez que el protagonista de los que pueden perturbar a otros. -Pierre Manoni.
*Desde lo instintivo hasta lo espiritual, desde los reflejos a la acción todo se deteriora bajo el influjo del miedo*
Las destacables facultades humanas de representación e imaginación hacen del individuo el principal artesano de sus propios terrores, a la vez que el protagonista de los que pueden perturbar a otros. -Pierre Manoni.
*Desde lo instintivo hasta lo espiritual, desde los reflejos a la acción todo se deteriora bajo el influjo del miedo*
1 comentario:
el miedo tambien es la energia que nos avisa el peligro, es una herramienta para la supervivencia, pero cuando rebasa esa funcion, se transforma en una sombra que acecha todo el tiempo impidiendo ser libre...gracias por tus palabras
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