Algunas noches antes de dormir reviso mi memoria, he llegado a recuerdos tan pasados, y es ahí donde me sorprende todo lo que se puede llegar a vivir en tan solo 24 horas, en tan solo 29 años... Son recuerdos tan remotos que es como si rebasaran ese tiempo, pero sin duda son parte de mi historia. Anoche me encontré jugando con mis primos en el patio de mi abuela, ahí cubiertos por la sombra de su higuera y durazno, en una grata tarde... justo ahí en medio de la noche, simplemente volví a sonreír como lo hacia entonces, simplemente volví a vivir esa tarde de niña.
somos nuestra memoria.
Risas y gritos.