
La tierra no es una meseta árida de salud y comodidad, sino una gran hembra tumbada con el dorso de terciopelo que se hincha y se eleva con las alas del océano; se retuerce bajo una diadema de sudor y angustia. Desnuda y sexuada, se balancea entre las nubes a la luz violeta de las estrellas.
Toda ella, desde sus generosos senos hasta sus centelleantes muslos, arde con pasión furiosa. Se mueve entre las estaciones y los años con gran alboroto que se apodera del torso con furia paroxística, que sacude las telarañas del cielo; se hunde en sus órbitas pivotantes con temblores Volcánicos.
Henry Miller- Trópico de Cáncer.
...el cielo más allá de la media noche se hizo presente, el volcán mas observado por aquellas pupilas hacia erupción, la lava formaba nuevos caminos, árboles, pueblos ya no estaban mas. La lluvia de ceniza cubria aquel cuerpo, mientras su mente se resguardaba en un bosque con una alfombra de hojas secas que a cada paso cantaban su existencia. Debía regresar a esa realidad que se marca por los látidos de esta Tierra viva, debía vivirla tal cual es; si era posible, sobrevivir a su constante movimiento, a su fuerza, y si no fuese así, formar parte de sus eternas entrañas, pero siempre uno con ella. Uno.
eddie vedder/the times they are a changin
caifanes/tú