... y así ¡arribar en el invierno!
Con el eco de los pasos, del ayer, de
estas horas.
Con el esplendor acuestas del sol de
verano,
sí, con aquel estrujar de hojas de los
mil otoños.
Arribar con la danza del tiempo y su sol
que acompaña,
viviendo, viviendo sin tregua.
Con la alegría de las noches vencidas,
estrelladas todas y cada una,
invitando a descubrir los recovecos de
los caminos no andados,
a encontrarse con el agua escondida en el
comienzo de un todo.
y así, ¡arribar en el invierno!.
Café tacvba / olita del altamar