7 de octubre de 2013

REMANSO



Cuan etéreo fue descubrirte, tan cálido, humilde, extraordinario, tan de siglos...
un verde en las venas de tus años, una negra piedra en tus entrañas labradas por las manos memorables, nómadas, inauditas y al final estables, aquí solo aquí aquellas manos construyeron mil rutas, caminos historias. Distancia y encuentros en cada testigo, forjador de tu ahora. Aquí tu eres la sonrisa que se esboza al asomarse a la ventana del ayer, la nostalgia por un posible, la certeza de respirarte, el remanso y bálsamo de saber que estarás.




Porque me duele si me quedo,
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Por tu presencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano de jazmines,
mi amor, yo quiero, vivir en vos.
Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo,
al desarraigo de mi corazón.
Por tus antiguas rebeldías,
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable,
mi amor, yo quiero vivir en vos.
Para sembrarte de guitarras,
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te castigan,
mi amor, yo quiero, vivir en vos.
Porque el idioma de infancia,
es un secreto entre tu y yo,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Porque me duelo si me quedo,
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo,
mi amor yo quiero
vivir en vos.

Serenata para la tierra de uno. María Elena Walsh

Iván Ferreiro/Días Azules.